Descripción
Nutrimento de Lázaro no se limita al campo de la poesía fácil: forja sus propias afinidades y travesías. Y el poeta, para ello, recuerda ciudades, escalas, convoca y congrega un numeroso contingente –a través del lenguaje– de su tierra: Chiapas.
La palabra es piedra que se decanta, inmovilidad que todos quieren hacer suya porque ésta nutre todos los elementos musicales posibles. Tradición, sí; innovación, sí.
Roberto Rico traza las rutas acordes al relámpago de su memoria en espera de que den alba a cada paso y sus distintas patrias poéticas: virtud de quien sabe identificar la historia y la circunstancia de cada palabra y su decisiva función en el poema.
Por eso Nutrimento de Lázaro, primer premio de poesía Rodulfo Figueroa, es como el mar que vuelve sobre sí mismo y deja a la vista la inmensa arena donde el poeta camina y marca sus huellas:
A toda Atlántida le llega
su Calypso, custodia del estado
de vigilia, encarnada incandescencia
sobre los pómulos de un iceberg.
Ante el radar (activo palindroma),
a vuelcos de mandíbula batiente
/y espumeante tinta,
con milenaria devoción ofrendan
/titánica batalla
el calamar y el cachalote,
página en blanco y cuarto oscuro,
la sombra y el osambre.
Claraboya tres metros
debajo de la línea
de flotación,
un río se aboveda.
